La gente solitaria cuando encontraba compañía se convertía en un animal sin piel al que cualquier caricia le hacía daño.
Rafael Chirbes, La caída de Madrid (2000)
La gente solitaria cuando encontraba compañía se convertía en un animal sin piel al que cualquier caricia le hacía daño.
Rafael Chirbes, La caída de Madrid (2000)